PRISIÓN

No había más que un horizonte. El último día [el verdadero]fue realmente muchos kilómetros atrás, al llegar a la isla...fue cuando pusiste la copa en mi boca y me dijiste al oído: “Inmortal es quien acepta el futuro, quien ya conoce un mañana y abraza a la muerte como un niño”. […] Debí haberme quedado [...]